Siempre decimos que el día, o uno de los días mas importantes de toda mujer es el de su boda, y parece que nos olvidamos del día de nuestra primera comunión. Mas allá del evento religioso en sí, las niñas son niñas y la idea de ponerse un vestido blanco y largo hace que los nervios afloren.
Nosotras, si nos ponemos a pensar, nos acordamos perfectamente de los días previos, quizá no fuéramos conscientes de los preparativos que rodeaban a ese día, ni de la decoración, ni de la comida, ni de las invitaciones o los recordatorios… Pero éramos protagonistas ( y además en solitario) de ese día.
Los trajes de comunión, como ocurre con los de novia, han sufrido diversas evoluciones, recordamos los de nuestras madres; simples túnicas hasta los pies, que poco a poco añadían algún adorno hasta los que nosotras llevábamos que eran 8 veces más grandes que nuestros cuerpecitos, eso sí, los llevábamos muy dignamente.
Hoy en día, todo eso ha pegado un nuevo vuelco, y las posibilidades se han ampliado. Los grandes y abullonados vestidos han cedido el protagonismo a telas mucho más limpias, con sencillos acabados, cómodas  y prácticas. Los diseñadores lo saben, y así lo han reflejado en sus colecciones.
Teresa Palazuelo tiene propuestas que reúnen todas las características que hemos mencionado, ¡nos gustan todos!
Teresa y Leticia no podía faltar en esta selección
Nicoli también tiene propuestas interesantes
 No sin Valentina ( como nos gusta todo lo ue hace)
¿Qué opináis?¿ Os gusta esta nueva tendencia o preferís los vestidos de siempre?