Hace poco tuvimos la comunión de tres niños preciosísimos y nos apetecía hacer algo diferente que quedase bonito pero sobre todo algo para que ellos se lo pasasen bien así que después de darle unas vueltas se nos ocurrió montarles su propia tienda de chuches y la verdad es que fue ¡un éxito absoluto!
Los tres mosqueteros repartieron unas monedas de mentira para que todos sus amigos pudiesen «comprar» chuches y nada más terminar la tarta, se pusieron a despachar como auténticos tenderos. Los protagonistas disfrutaron muchísimo «vendiendo» las gominolas y sus amigos estaban encantados comprando en esta tienda tan chula.
Os dejamos unas fotillos para que veáis ¡qué bien lo pasamos!