Porque el buen tiempo ha llegado para quedarse y como buenos anfitriones que somos en España de eso que llaman sol y playa debemos acompañarle. Y es que después de la fiesta del verano a la que ayer nos invito Sandra, de Calista One hemos decidido que ya es hora de dar paso a los litros de limonada y agua bien fresquita, porque si, porque es verano y nos lo merecemos.
Antes de nada queremos darle las gracias infinitas a Sandra por una comida tan especial donde además de disfrutar con la gente a la que vamos cogiendo cariño y vemos menos de lo que nos gustaría, pudimos poner cara a grandes amigas instagrameras de las que te sabes media vida y ni siquiera conoces; y encima una vez que les das dos besos y hablas 5 minutitos descubres que son más cercanas y fáciles de lo que demuestran en sus perfiles, y eso, mola mogollón.
Dicho esto, estábamos hablando del verano y la limonada, de las meriendas en el jardín de casa con mesas bajas y platos descolocados, centros de flores imperfectos y servilletas de papel de colores.
Una picnic en el que tus invitadas puedan hacerse un ramito de flores ellas mismas, nada del otro mundo en cuanto a complicación, más bien todo lo contrario.
Un picnic donde de la comida paséis a las copas y al picoteo que se alarga hasta bien entrada la noche.
Si pudiéramos hacer mañana un picnic nuestra cesta de la compra llevaría lechugas variadas, queso fresco, nueces, tomate y cebollita, pasta vegetal para hacer una ensalada con aceitunas negras y aceite… Vamos, un buffet de ensaladas en toda regla!
Si este finde lo tienes un poco apagado corre con tu lista de la compra a preparar una auténtica fiesta del verano 😉