Siempre hablamos de los tacones de vértigo, de esos especiales que una se compra para su boda, pero que son especialmente caros e incómodos, de las sandalias de talón abierto que dejan respirar al pié pero lo sostienen peor. De las cuñas que te permiten ser una auténtica todoterreno de principio a fin, y también de las bailarinas para los pies cansados…
No se habla mucho, sin embargo, de las sandalias planas, que además de cómodas permiten diseños adaptados casi a todos los conceptos de vestido aportando frescura y originalidad a cualquier novia.

Os dejamos algunas ideas que nos han gustado

¿Alguien se apunta?