Están en segundo plano y tienen más nervios encima de los que les caben en el cuerpo. Aguantan los caprichos, los lloros, los «ultima hora», los «esto ya no me gusta», los abróchame el vestido y un sin fin de cosas más, escondiendo como autenticas heroínas sus nervios detrás del maquillaje que llevan puesto desde hace un par de horas.
Fotografía de Blanca Gelo
Y es que la madre y las hermanas de la novia viven cada instante como si fuera suyo desde el principio. Se emocionan, trabajan, buscan e investigan hasta encontrar ese mínimo detalle que la novia quiere para su boda.
Están cuando tienen que estar y se esconden cuando no se les necesita, siempre, claro está, disponibles para lanzar esa mirada de tranquilidad, un guiño de confianza o de complicidad. Lo son todo para ella.
Mandamos un beso enorme a todas las madres y hermanas de la novia, sin ellas nada sería posible.
La foto pertenece al a boda de Támara y Daniel captada y plasmada por Blanca Gelo, uno de nuestros últimos descubrimientos que capta detalles tan geniales como el que os enseñamos.