A nosotras diseñar nos parece algo de lo mas complicado, asi que si hablamos de un vestido de novia estamos en niveles estratosfericos.
Por ello, valoramos un montón las pequeñas firmas que aparecen tímidamente en el panorama nacional como Otaduy o Isabel Nuñez y van convirtiéndose en una de las citas obligadas para todas las novias que se acercan a las principales ciudades de España a probarse vestidos en distintos talleres y dar con el suyo ideal.
Las que si se han atrevido aunque la verdad, parece que se atreven con todo son las gemelas Olsen. Ya tienen desde hace un tiempo su propia marca de ropa, han escrito varios libros y ahora se lanzan al mundo del diseño de vestidos de novia.
El diseño tiene un aire hippy romántico muy acertado con excepción del velo que, personalmente, nos parece que recarga demasiado y quita protagonismo al vestido en sí pero por lo demás, no han entrado con mal pie. Eso si, tiene que gustarte el encaje y apetecerte un traje de este estilo, porque es muy muy característico.
La foto de los novios bailando nos parece ideal, de esas espontáneas que toda novia debería tener.
Eso si, en lo que no hemos podido evitar fijarnos es en los vestidos de ellas mismas que nos encantan. Seguramente se lo hayan diseñado ellas mismas y la verdad que nos parecen super estilosos. Que sigan por ese camino, ¡que lo van a hacer bien seguro!
¿Qué os parece?
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Yo tampoco pude evitar fijarme en los vestidos de las hermanas (casi antes que el de la propia novia). Un saludo!
Estas niñas (o mujeres ya) no dejan de sorprenderme, nos las han intentado vender como un par de pijas tontas y creo de tontas no tienen un pelo, son trabajadoras y se han ganado su fortuna a base de esfuerzo y buen hacer, tal vez por la corta edad a la que empezaron a ser famosas se han visto obligadas a madurar muy rápido y estar siempre rodeadas de personas más mayores, por lo que hace unos años se las veía «raras» en los photocall y las alfombras rojas, pero es evidente que no son tontas como otras estrellas que comienzan su andadura muy jóvenes y acaban siendo juguetes rotos.
El vestido es precioso, ojalá tengan suerte.