Te encargarás de cada detalle desde el día uno; cuando te pida que te cases con él tu cabeza estará ya en el espacio y tus pies y tu cartera camino del kiosco a por las principales revistas (si es que no las has comprado ya).
boda
Que si los regalos para los invitados, que si este menú le gustará a más gente aunque es menos original, que si vas a regalar bailarinas porque la gente cuenta con ellas, un montón de paquetes de tabaco y puros, porque en una boda todo el mundo fuma puros, hasta el que nunca fuma nada.

Un ramo de flores para las madres, una reunión importante con los fotógrafos para definir la linea del reportaje, las invitaciones, tradicionales pero especiales, y que les gusten a todos. Encontrar esos zapatos de vértigo y cómodos, y si no se da lo segundo, unas buenas alpargatas que te permitan bailar hasta que el sol despida a la luna.
Elegir la lista de canciones, para que todos disfruten. De las de siempre para los más bailongos, de las de hoy para los más modernos, y algunas tradicionales para que los mayores también disfruten, que bailan como nadie.
Los hoteles, que te hagan un buen precio y haya autobuses que vuelvan a todos y cada uno de ellos, que la gente esté cómoda y no le falte de nada.
Y aunque esta lista puede ser larga e interminable, hay algo que tiene que estar si o sí, por encima de todo lo demás y es que al final, si no te diviertes, la satisfacción no será ni la mitad de grande. Compruébalo, ya lo verás.