El otro día hablando con una amiga de todo esto del Diario de la novia, de las mil bodas que tenemos, eventos… hicimos un pequeño monologo: bodas, bodas, bodas y más bodas, los vestidos de las novias, la decoración de la iglesia, el menú…. y así pudimos estar un buen rato hablando. Ella, que ya se ha casado nos dijo: sí lo de la boda está muy guay, pero luego llega el momento: recoge tu ropa, baja la tapa de wc, haz la compra, hoy comemos con mis padres… en fin, esas cosas que pasan ¡siempre! ( Y no pienses que tu matrimonio es un drama si discutes por estás chorradas tres días seguidos)
Entonces, nos acordamos de una historia que nos contó una de nuestras novias, que nos encantó y la tenemos apuntada para recomendar a futuras novias, (merece la pena leerlo y ponerlo en práctica):
Cuando estás a punto de casarte, estas en una nube de amor (o deberías) a veces casi notas los corazoncitos saliendo por los ojos y se te pone la piel de gallina cuando te toca el pelo. Es en ese momento cuando tenéis que sentaros con un boli y un cuaderno y escribir todo lo que os gusta el uno del otro: por qué os enamorasteis, qué es lo que os hace reír, qué es lo que te alegra cuando estás triste, qué es lo que más te gusta de su forma de ser… incluso que camisa te gusta que se ponga cuando vais a cenar.
Después compráis una botella de vino, pero de vino bueno, un buen Pago de Carraovejas, Matarromera, Mauro… o similar. Cogéis las notitas y la botella de vino, la metéis en una caja y la guardáis en vuestra casa nueva, esa casa donde a partir de ahora vais a ser una familia. Y os preguntaréis ¿y que tiene todo esto que ver con lo que estábamos hablando antes? Pues mucho.
Cuando ya llevéis un tiempo viviendo juntos, o sois inhumanos, o de repente, un buen día os querréis tirar de los pelos por eso que se llama «convivencia», pues chicas, ha llegado el día de abrir esa botella de vino, porque al abrir la caja, se te olvidaran todas las tonterías por las que estáis discutiendo y solo podrás pensar en la suerte que tienes de estar compartiendo tu vida con él, porque sabes que solo él sabe hacerte feliz. (y lo de la tapa del wc es un mal menor)
Gracias Teresa por compartir tu idea con nosotras, estamos segura de que más de una algún te lo agradecerá.