Más allá de la originalidad de un sin fin de invitaciones que hoy en día encontramos, está el sentido que le da cada una de ellas a nuestra boda.
El bloqueo en este mundo es bastante común, hay quién tarda meses en decidir si hacerlas aquí o allí. En el color general de la boda o algo totalmente diferente, si estas tan arriesgadas gustaran a los mayores o incluso si es mejor hacer dos tipos de invitaciones en función de la edad de los invitados. (Así lo hizo una Mafalda el año pasado).

Cada vez somos más de la opinión de que todo es bonito hasta que nadie nos demuestre lo contrario. Bueno, todo todo no, ya nos entendéis pero que salirse un poco de las reglas respetando tu forma de ser y la finalidad de la invitación en sí es genial.
En España tenemos grandes referentes como Querida Valentina que es especial dentro de lo tradicional,   y hemos hablado muchas veces de la personalización de las mismas con ideas que nos han encantado.
Y además de todo esto, tenemos los diseños 100% personalizados, estos que le encargas a a gente que tiene un don especial en este arte tan bonito. Opciones hay infinitas, y nosotras nos decantamos por esas personas que en su portfolio te ofrecen este tipo de diseños. ¿Porqué?, porque al final una es muy exigente con las cosas de su boda, para que engañarnos, y en un tema como este en el que vas a dar 300 millones de vueltas a la idea y el dibujo, mejor que sea con gente que sabe y entiende esta exigencia y esta preparada para ella. 
Dicho esto, estamos enamoradas de los diseños de Katt Frank , diseñadora e ilustradora británica desde hace tiempo, no ya de los de bodas sino de todo en general. De su manera de dibujar los elementos más cotidianos y hacer que queramos enmarcar cualquiera de ellos en nuestra pared. Pero además tiene diseños de invitaciones preciosos no, lo siguiente y a nosotras nos ha robado el corazón.

Todas las imágenes son suyas 😉