Vosotros

Vosotros, que dais el paso. Que si, que estáis muy enamorados y lo sabemos, pero no debe ser fácil. Si nosotras a veces nos agobiamos con la idea, no nos queremos imaginar lo que supone dar ese primer paso. Gracias, valientes.

Vosotros, que aguantáis nuestras angustias y lloros, nuestros problemas porque el papel de las invitaciones ha quedado un poco mas oscuro de lo que creíamos.

Vosotros que nos veis guapas hasta por la mañana, que queréis abrazarnos cuando estamos rabiosas por alguna chorrada. Que nos tranquilizáis con la mirada. Sabéis mejor que nadie amansar a las fieras.

Vosotros, que disfrutáis del día de la boda tanto como cualquiera de nosotras, aunque creamos que no, que os tiembla hasta el alma cuando esperáis al fondo de la iglesia, y a veces, hasta alguna lagrimita os cae cuando por fin, decidimos entrar. Lo que no os preocupa es si el cupcake esta bien colocado o los centros de mesa encajan a la perfección, pero no porque os de igual, sino porque sabéis que nosotras lo haremos todo a la perfección. Eso es confianza ciega, y lo demás son tonterías.

Vosotros, que sabeis alejarnos del agobio, de las multitudes, y recordarnos porque hacemos lo que hacemos. Tu y yo.

Vosotros, que solucionais los problemas de las mesas más rápido que deprisa, que sabéis, con cariño, decirle al fotógrafo que los posados no van con nosotros, que somos gente natural.

Vosotros, que siempre tenéis la solución mas sencilla y práctica del mundo, que no os complicáis la vida y nos ayudáis a «descomplicárnosla», que hacéis de los retos alegrías y compartís todo con todos.