Con este post terminamos nuestro ciclo de entrevistas a nuestros fotógrafos de bodas preferidos. Cada uno de ellos ha hecho una fotografía del frasco de For Her de Narciso Rodríguez y ha sido muy bonito ver como cada uno ha interpretado el perfume de una forma tan diferente siendo el mismo perfume, cada uno tiene diferentes recuerdos, sensaciones… Hoy le toca el turno a Alejandra Ortiz.

Creo que este año era el año en que más bodas íbamos a tener contigo, creo que unas 10 y al final solo hemos tenido una, ¿cómo ves tú ahora mismo el panorama del sector? ¿piensas que podremos hacer todas esas bodas el año que viene con normalidad?

Antes de nada, tengo que decir que con todo el caos de calendario no había deparado en que eran tantas con vosotras y me ha hecho mucha ilusión leer la cifra. 

En cuanto a la pregunta, tengo la suerte de tener muy buenos amigos con los que comparto profesión y, más allá de ser “competencia directa” nos apoyábamos antes de que pasase todo esto y este año lo hemos hecho mucho más. Hemos analizado la evolución de la pandemia juntos y puedo decir que en ellos he visto una profesionalidad admirable por cómo se han puesto en la piel de los clientes y han sabido, a pesar de la incertidumbre, tener una actitud positiva.

Como todos los sectores, el nupcial se ha visto muy perjudicado, pero tenemos la suerte de que a nuestros clientes les empuja una ilusión de un proyecto de vida al que no van a renunciar y eso hace que, tarde o temprano, nuestro trabajo sí vayamos a poder realizarlo. 

Respondiendo a la segunda pregunta, me encantaría que así fuese, aunque creo que va a costarnos perder el miedo al contacto por todo lo que estamos viviendo, por la responsabilidad que tenemos con nuestros familiares más vulnerables sobre todo. 

Creo que somos el país disfrutón por excelencia, al que le gusta el contacto para bailar, saludarse y demostrar cariño. Todo eso es nuestra normalidad y aunque no puedo predecir el próximo año, sé que si no es al 100% encontraremos la manera de ser responsables y hacer que sea un día inolvidable igualmente, tenemos un carácter alegre y eso es un punto a nuestro favor a la hora de enfrentarnos a una adversidad.

For Her me recuerda a una tarde de verano en una hamaca porque fue la primera vez que lo olí. Me gusta mucho el cine, y si tuviese que poner Narciso Rodríguez en una película lo haría en una de Jane Austen. En eso me he inspirado. 

Alejandra Ortiz

¿Hace cuánto empezaste a fotografiar bodas? ¿te veíais así cuando empezaste a hacerlo?

Empecé hace 6 años (que han pasado volando), mi primera boda fue en Navidad, no tenía intención de dedicarme a ello porque la única boda en la que había estado había sido de paje y veía las bodas como un día especialmente pastelón, y yo de eso tengo muy poco. 

Y no, si cuando empecé me hubiesen dicho que iba a estar contestando una entrevista como fotógrafa de bodas me habría reído. Fui creciendo casi sin darme cuenta y creo que ha sido este año mi gran amigo David (Dos más en la mesa) el que me ha hecho mirar desde fuera AO y ha provocado que por primera vez sienta un “la que has liado”.  

¿En qué te basas para elegir a los fotógrafos AO?

Me baso en la calidad humana, en la educación, en unan personalidad alegre y en un ojo desordenado. Soy una persona perfeccionista, creo que por mi culpa todo el equipo tiene un pequeño TOC con las líneas rectas, pero, salvo eso, en las bodas me gusta la naturalidad, la espontaneidad y lo poco encorsetado.  

Creo que todo el equipo es gente seria a la hora de trabajar y divertida en el día a día, y eso me encanta de ellos, y algo que destacaría también es su lealtad, me han demostrado muchísimo a lo largo de estos años.

¿Cual fue la primera boda que hiciste? ¿que anecdotas nos puedes contar?

Mi primera boda fue en Sigúenza, la boda de Clara y Dolo. Recuerdo que era una mañana de diciembre muy fría y de los nervios que tenía estuve todo el día en mangas de camisa como si hiciese 30 grados a la sombra. Si a eso le añadimos lo exigente que soy conmigo misma y las ideas de bombero que tengo bastante a menudo, se me ocurrió la genial idea de retarme a mi misma poniendo la cámara en modo manual al 100%, algo que ahora es mi día a día pero por aquel entonces era como si me dan un timón y me piden que navegue. A la deriva. 

Fue una boda preciosa, con mil detalles, muchos momentos con los muchos invitados que había, un grupo brasileño en la fiesta, todo fotografiable. Fui con dos compañeros del curso de fotografía de bodas que estaba haciendo y cuando salí tenía la sensación de no saber si habría salido una sola foto mía decente. 

Lo mejor fue cuando el martes después de la boda abro el email y tengo un mensaje con asunto “boda de los zapatos rojos”. Era un email de Vogue para publicar la boda de la sobrina de Teresa Palazuelo en el próximo número en papel. Suerte la mía de que se me abriese una puerta así tan pronto. Y hasta ahora. 

¿Cual es el momento que más te gusta fotografiar en las bodas? 

Decisiones, decisiones… a mí me gustan los novios que se lo pasan bien. Si ellos disfrutan, yo disfruto. Reconozco que he llorado en discursos de padres, que me he reído mucho en la sesión con los novios (Marta y Esteban, si leéis esto, un beso), que me han encantado los novios espontáneos que dan un concierto con sus hermanos (hola, Román) y esos cocteles con luz de verano en la Costa Brava. He ido en una Riva siguiendo a unos novios en el Lago di Como, me he quedado alucinada con montajes de wp y he disfrutado como una enana fotografiando los detalles, y los primeros bailes, las salidas de la iglesia… tengo la suerte de vivir de mi pasión y eso hace que me guste (casi) todo de mi trabajo. No puedo elegir un momento, en cada boda hay uno distinto con el que quedarme.

¿Le dedicas mucho tiempo a los preparativos de la novia? ¿que sensaciones se suelen vivir en casa de la novia?

Solemos llegar 2 horas y media antes de que salga hacia la ceremonia la novia. 

Me gusta el ambiente que se genera en las casas con las personas que participan en ese momento. Los hermanos caóticos, los padres relajados que ven la vuelta ciclista y no se arreglan hasta que quedan 15 minutos para salir de casa, las madres que te acogen como a una hija más y te dan ese café que tanto ayuda para arrancar a trabajar por la mañana. Las abuelas que miran con un cariño especial a sus nietos…  

En casa de la novia se-vive-de-todo. En ese momento no solo somos fotógrafos, somos psicólogos, los encargados del ramo, los que ponemos música para animar el ambiente, e incluso los que cierran la puerta de casa y ponen la alarma antes de salir. Tengo muchas, muchas anécdotas y no sabría por donde empezar, pero siempre me gusta el momento en el que se va todo el mundo de casa y se queda el padre con su hija a solas. Hay algo muy especial en ese momento. 

¿Qué consejos le darías a los novios para salir bien en las fotos?

Que se lo pasen bien, se olviden de nosotros y expriman el día, para mí no es tan importante salir “bien” sino ser tú en las fotos. 

He insistido mucho en la diversión a lo largo de la entrevista porque no concibo la vida sin sentido del humor, y me gusta transmitirlo en los reportajes. En las bodas hay muchos sentimientos pero si me tengo que quedar con uno es la alegría. 

De todas las bodas que has hecho ¿qué anécdotas recuerdas con más cariño?

Podría escribir un libro de anécdotas. La fotografía me ha dado mucho. He acabado siendo muy buena amiga de algunas novias. 

Recuerdo que en una boda los novios se enteraron de que era mi cumpleaños y me trajeron una tarta con velas delante de todos los invitados, me dio mucha vergüenza porque soy muy tímida, pero me emocioné. 

En cuanto al perfume ¿crees que las novias dan mucha importancia al perfume que usan el día de la boda?

Por supuesto. El perfume es un vehículo para un recuerdo. Cuantas veces hemos olido un jersey y nos ha recordado a nuestra madre o a alguien especial. Como no va a ser especial el perfume que te devuelva a un día tan feliz como el de tu boda. 

¿Has fotografiado el frasco de Narciso Rodriguez muchas veces? ¡Es el perfume de las novias por excelencia!

Cada vez son más las novias que he visto que lo usan, y lo entiendo porque me parece que tiene mucha sensibilidad, es muy femenino, es ligero y duradero, no es un perfume que deje de oler a las 2 horas de ponértelo como ocurre con otros. 

¿En que te has basado para tu interpretación del perfume?¿qué te inspira el olor de For Her? 

Me recuerda a una tarde de verano en una hamaca porque fue la primera vez que lo olí. Me gusta mucho el cine, y si tuviese que poner Narciso Rodríguez en una película lo haría en una de Jane Austen. En eso me he inspirado. 

Para terminar, ¿podrías hacernos tu reflexión de todo lo que estamos viviendo?

Jamás me imaginé que se pudiese parar el mundo entero de la noche a la mañana. Ha sido un año duro, de reflexión para todos, que nos ha obligado a parar y a pensar qué es lo realmente importante. La salud de tus seres queridos, tan simple y tan complicado a la vez. 

No puedo responder esta pregunta sin pensar en los sanitarios y en su valentía y sin agradecerles su labor, sin ellos estaríamos perdidos en un momento así.

Personalmente 2020 me ha hecho ser cortoplacista. Ahora no pienso en el medio plazo, vivo al día y disfruto de una comida con una amiga y valoro la suerte de poder ver a mis padres y cenar con ellos en Navidad.