Cada vez que contamos a que nos dedicamos recibimos una reacción diferente. Mucha, mucha gente aún no sabe que hay personas que se dedican a organizar bodas, la mayoría quieren saber todos los detalles. Nuestros pobres queridos se saben la canción ya de pe a pa, porque no hay comida, cena o copas en la que no lo contemos todo.
Que de donde viene el nombre, que si nos encargamos del catering, que si trabajamos de lunes a domingo o si nos gusta lidiar día a día con las novias. Nos encanta amigos, nos encanta.
Porque nos gusta el hecho de celebrar. Nuestras familias han sido de sobremesa larga, de esas que enlazan con merienda y a veces hasta con cena. Disfrutamos de la gente, la compañía, las sonrisas, las historias, las emociones… Nada nos gusta más que estar con ellos y participar de ello.
No se trata ya del hecho de formar parte de los momemtos más felices de las novias, sino de celebrarlos, porque somos de las que enviamos flores porque sí, de las que aún escriben cartas a mano, compran sellos y a veces hasta lacre. Porque se acerca navidad y estamos de lo más nerviosas pensando en los regalos que vamos a hacer, regalos de los currados, de los de verdad, que están hechos para cada persona en concreto.Disfrutamos pensando en la cara que se les pondrá cuando los reciban.
Las bodas nos gustan porque son felices, son divertidas, emocionan (disfrutamos infinito viendo a la gente emocionarse) son la máxima expresión de diversión. Familias que hace tiempo que no se ven, reencuentros de amigos, nuevos amores que en muchas ocasiones llegan lejos, bailes para dos, copas y más copas, fotos y más fotos… No hay nada que no nos guste de ellas, nada. Así que cuando alguien nos vuelva a preguntar, en que consiste nuestro trabajo y porqué decidimos lanzarnos a eso, simplemente sonreiremos, como ahora mientras escribimos esto. Y luego si eso, les enviamos el link a este post.
