Cuando Mafalda eres tú

Estaba deseando empezar esta bitácora que tiene un sabor especial. Desde pequeñita me ha gustado escribir, no soy una persona con una memoria increíble por lo que me gusta, pasado el tiempo, leer sobre sentimientos, situaciones vividas, contratiempos, alegrías…

Siempre he sabido que el año de mi boda quería recordarlo de una manera especial y desde que Petite Mafalda existe, compartirlo con las que día a día, detrás de la pantalla, nos demostráis un cariño que nos infla como un globo.

Por eso, hemos decidido a lo largo del año dedicar un post mensual a hablar de algo de la boda. Aunque me caso en julio, lógicamente hay muchas cosas que no podré contar hasta pasada la misma, por lo que hemos dividido los 12 meses en cada uno de los temas que son importantes en todas las bodas y, en este caso, en especial, en la mía. Una especie de Diario de la novia personalizado, que además de rellenar con mucha ilusión, cuente a través de esta pantalla algunos detalles extra por si a alguien, le pueden ayudar.

Como hemos dicho me caso en julio, en una casita en medio del campo segoviano. Elegí esa ciudad porque casarme en Zamora (donde nací) o en Vigo (donde viví) tenía circunstancias que lo complicaban. Desde la logística a la selección de espacios pasando por la disponibilidad para viajar de proveedores con los que quería contar sí o sí. Además, lo hago en nuestro pico fuerte de trabajo, por lo que tener todo bastante a mano y controlado era algo muy importante para mí y para Laura, que quiero que disfrute tanto como yo ese día.

Siempre supe que no sería una novia muy tradicional, pero hasta la fecha no tenía demasiado claro el tipo de boda que me apetecía tener, y qué entendía por tradicional, porque desde luego, moderna, no soy. Las partes claves de la boda, lo que creo que es importante que no falle, es algo que tengo claro. Una vez elegida la finca, se cierran muchísimo las posibilidades porque, como intentamos transmitirle a todas nuestras novias, el espacio, el estilo, la climatología y la hora condicionan, y mucho, a la hora de definir los aspectos de la misma.

En este primer post quiero hablaros de manera general de los 5 elementos alrededor de los que, que de alguna manera, va a girar todo en la boda y que, quizá, a alguna de vosotras  ayude para empezar a centrar las ideas y el camino de la vuestra. Para ello, en el post de hoy os queremos contar que para empezar a sentar las bases del día en cuestión trabajaremos sobre los 5 sentidos: Vista, oído, olfato, gusto y tacto.

Antes de nada, decir que muchas cosas las tendré que contar un poco por encima y que, pasada la boda, concretaremos determinados detalles (volviendo a posts antiguos) pero quiero dejar algo para la imaginación, sobre todo para mis amigas que están esperando como agua de mayo que les cuente cosas pero a nosotras siempre nos ha gustado el factor sorpresa por encima de todo.

¿Listas? ¡Empezamos!

Vista

Es muy importante que los invitados disfruten visualmente de todos y cada uno de los momentos de la boda. La idea es que desde la ceremonia hasta la última copa puedan quedarse  con una imagen que les haya llegado de manera especial. No a todos tiene que ser lo mismo, ni quizá, a todos, en todos los momentos, pero tenemos en mente elegir cuidadosamente cada detalle, elemento, decoración, espacio, iluminación, color… para que los estímulos estén de manera constante y puedan acordarse. ¿Por qué? Porque nosotras a todas las personas que van a bodas les preguntamos de qué se acuerdan, ya que nos interesa para coger ideas o inspirarnos. Normalmente hay un poco de esto. Una puesta en escena repentina, una iglesia de cuento, unos puestos de comida cuidados y estudiados…

No nos malinterpretéis, no va a ser un «museo decorativo» ; muchas de las cosas ni si quiera serán muy obvias, pero estarán y sabemos, seguro, que hay quien se quedará con ellas. Esto intentamos transmitírselo a todas nuestras novias. Detalles, prolongación de una misma. ¿Cuál es tu sitio favorito del mundo? Creemos que debería ser tu casa, porque es a donde siempre vuelves, donde estas cómoda, donde comes, donde estrenas, donde creas momentos vitales, donde vives. Que tu boda sea reflejo de tu lugar favorito. No hay mayor naturalidad que esa.

¿Una idea demasiado abstracta? Ve quitando pieles a la cebolla y encontrando de qué manera vuestro día a día, puede encajar en la manera que celebráis vuestra boda. Vuestras tradiciones, vuestros gustos, vuestros colores, vuestros viajes, vuestras vivencias… Creednos que todo tiene un lugar especial ese día si se lo queréis dar.

Oído

De fondo River flows in you. Yiruma.

La música siempre ha sido uno de nuestros elementos más importantes. Siempre. Nos parece fundamental en prácticamente todos los momentos de la boda. Por supuesto, cada uno tiene su registro que a su vez, tiene que ir en consonancia con lo que uno es, y si vas más allá, con el propio estilo de la boda. Intentaremos encontrar canciones de películas, de series, del pasado, del presente… que de alguna manera hablen de un estilo de vida de campo, de verano, de cenas al aire libre, de ruido de pájaros… Yo cuando estoy muy triste pongo música, y cuando estoy muy feliz también. Me reconforta, me anima, me motiva. Ahora mismo, mientras escribo esto, tengo música de fondo. No sabría hacerlo de otra manera. Las mejores ideas las he tenido escuchando una canción. A veces me sorprendo a mí misma (por el tipo de canción) de lo que la música es capaz de hacer. En muchas bodas hacemos Shazam cuando una canción que conocemos, pero hace tiempo que no escuchamos, consigue ponernos los pelos de punta y queremos, al día siguiente, añadirla a alguna de nuestras listas. Para ello hemos creado ya un perfil de Spoty, que compartiremos con todas vosotras una vez pase la boda, ¡lo prometemos! Pero si te casas, te recomendamos que lo hagas y que participen en ella las personas que más quieres. No hay nada como hacer sentir a la gente que forma parte de algo desde el minuto uno. Este es uno de los puntos fuertes que buscamos en la boda. En la nuestra, ¿van a participar antes del día en concreto? No de manera consciente, pero van a tener estímulos constantes de lo que les espera. Empezando por este post.

Olfato

Mi novio dice que tengo la mala suerte de tener un olfato muy pero que muy desarrollado. Y tiene toda la razón. Soy de las que distingue rápidamente el olor a cerrado y he llegado a volver a lavar camisetas porque llevaban demasiado tiempo en el armario. El suavizante en mi ropa (y en la de Laura, también) va en la misma cantidad que el detergente, y las velas forman parte de nuestra casa a diario. Usamos crema hidratante como si fuera un regalo llevar ese olor en el cuerpo todo el día. Puede que alguien se ría al escuchar esto, pero todos los momentos de mi vida están relacionados con un olor en concreto. Todos. No he sido de usar muchos perfumes, 3 ó 4, de los cuales un par de ellos están demasiado relacionados con mi adolescencia, pero la realidad, es que me cruzo con personas en la calle que me huelen a mi amiga Maria, a mi hermana, a la mejor amiga de mi madre que vivió conmigo mucha parte de mi infancia, a mi tía, a mi abuela, a mi prima, a la que veo en ocasiones contadas, a mi abuelo que ya no está, a la universidad, al colegio, a las vacaciones, al verano, a Vigo … Es una pasada. Creo que esto le ocurre a bastantes personas pero, en mi caso, es algo exagerado. Siempre supe que mi boda tenía que tener un olor característico. Una de las mejores épocas que recuerdo es la de estudiante. Es un poco como cuando eres pequeño. Tus obligaciones son estudiar y pasártelo bien. No hay hipotecas, hijos, trabajos estresantes… todo fluye más o menos de manera fácil, y los años pasan volando.

Durante toda mi carrera y a día de hoy, usé Narciso Rodriguez, que por cierto, me recuerda de manera especial a los 3 meses que pase en Nueva York donde además, unas canciones me marcaron muchísimo, y fue allí donde casualmente decidí que algún día trabajaría para mí misma.

No creo en las casualidades y si lo hago, pienso que en realidad, no lo son.

Os cuento el perfume que voy a usar porque no es una sorpresa para nadie que me conozca, en especial, para Fran (que por cierto, usa Narciso for him y me gusta tanto que a veces se la robo). No quiero oler diferente ese día, quiero oler especial, igual que todos los días de mi vida y elijo for her ya que me ha marcado y marcará de manera positiva. Además, y aunque esto pueda parecer una bobada, no lo es. El color de su frasco va a ser uno de los que predominen en la boda, algo que aunque puede parecer irrelevante, es un detalle más de esos sutiles a los que nos referimos. Están, y se notan, aunque a veces no sabes dónde, ni cómo. For her me va a acompañar durante todos los preparativos de mi boda, y con esto, no estoy diciendo que también tengas que elegirla tú, pero sí que busques algo que te marque, que tenga un olor especial para ti. Que lo uses de verdad. Y no solo porque es el día de tu boda. En mi caso es Narciso Rodriguez, si no la conoces, la pruebas y te engancha.  Si te pasa cuéntamelo porque me hará ilusión   saber que he participado un poquito en la elección de algo tan importante, si aún no lo sabes, pronto lo descubrirás.

¿Es solo eso? No. Yo un día conté que elijo muchos libros por su portada. Cada mañana cuando me visto, me pongo la crema y el perfume leo «For her». Soy una enamorada de las palabras que están llenas de mensajes. Si no lo he contado, Fran me pidió matrimonio con e Oui de Dior. Cada día leo en mi mano varias veces sí. Y sonrío. For her. Para ella. Para ti. Es fácil en los preparativos de una boda caer en pensar demasiado en los demás, en lo que les agradará y poco en una misma. Es bueno recordarnos, cada mañana, de cada día, que hay que hacer cosas por una misma, porque si te satisfacen, harás más y mejor por los demás.

Gusto

Dicen que la gente no recuerda si come muy bien en una boda, pero sí si lo hace muy mal. Nosotras no estamos del todo de acuerdo, pero sí lo estamos en el hecho de que es algo de lo que todos nuestros examinadores de bodas (unos 10 amigos al año por 10 bodas cada uno, echad cuentas) nos hablan. Recuerdan lo que comieron, si estaba frío o caliente, si era especial, si era diferente, si les recordaba a algo, si era apropiado para el día, para el tipo de boda, para la hora…

Nos hemos reunido ya con Quilicuá, el catering con el que contaremos, y han salido ideas geniales. Quiero que muchos momentos de nuestra vida estén ahí. Os cuento una anécdota, aunque estoy adelantando cosas, pero un poquito no pasa nada. A mí (y también a Laura) me gusta muchísimo el sándwich mixto. Sé que no es lo más sano del mundo, pero lo ceno bastantes días a la semana. Es algo muy yo. No voy a poner sándwich mixto en la cena, que nadie se asuste. Pero va a estar. En miniatura, en el coctel, en las copas, en formato moderno, con especias… No tengo ni la menor idea, pero va a estar. Y así, un montón de cosas más.

Tacto

Esta es posiblemente la parte más complicada de transmitir, pero con tener unos cuantos elementos es suficiente. El material de las invitaciones, la tela de las servilletas, el vestido… Las flores de las mesas que si os dais cuenta, casi todo el mundo toca, las minutas. Las copas elegidas para la fiesta, y unas cuantas cosas más que entenderíais rápidamente pero tengo que mantener en secreto. Prometemos que pasada la boda, esclareceremos todo esto, de verdad de la buena.

Y hasta aquí el primer post de la boda. Esperamos de corazón poder ayudaros y guiaros en este caso desde un lado algo más personal al que estáis acostumbradas, sobre todo, para aquellas que no necesitan wedding planer o no quieren contar con ella o tienen una diferente a nosotras…

Nuestras Mafaldas saben lo importante que es para nosotras que las bodas tengan una coherencia y respiren mucho sentimiento y lo hablamos durante todo un año, y nos hace felices poder contarlo esta vez un poquito por aquí.

Todas las fotos son de Lorena San Jose, de quién hablaremos en otro post porque está formando y formará parte de todo lo que tiene que ver con ese día. Por desgracia, Laura falta en ellas y es debido a un comienzo de año un poco movido en el que no hemos tenido tiempo de estar juntas. Pero pronto empezará a parecer, y espero que mucho, porque esto está escrito por las dos, y porque la organización de la boda sin ella, no sería ni de lejos lo que quiero que sea.

Gracias Elena Suárez por enviarnos unas flores tan bonitas y Oui novias por dejarme ¡tan tan guapa!

Queremos también dar las gracias a Narciso Rodriguez por querer formar parte de este Diario en el que nos van a acompañar todo el año.

Nos vemos en febrero con el siguiente capítulo