Retomamos la serie de posts de la boda con lo más bonito de lo que se puede hablar y una de las cosas más importantes para todas las novias: las flores.
Nosotras vivimos rodeadas de ellas, siempre tenemos en casa y cuando trabajamos con nuestras novias en su boda es algo a lo que dedicamos muchísimo tiempo y desarrollo creativo porque creemos, a pies juntillas, que no vale cualquier flor. Hay que tener en cuenta la temporalidad, el entorno, la hora a la que te casas, la ciudad en la que te casas, los colores que te gustan y pegan con la boda, el presupuesto y algunas cosas más.
No voy a contaros las flores que hemos elegido para la boda porque sería dar información clasificada (guiño) pero sí queríamos contaros con quién las vamos a hacer y sobre qué estuvimos hablando en su taller hace unas semanas porque creemos que os puede ayudar, y mucho, a la hora de elegir las de la vuestra. Las flores de mi boda las hará Chitina que aunque esté en Alicante vendrá hasta Segovia con toda la artillería pesada y ¡muchas ganas! y aprovechando que fuimos a Alicante a verla, nos tomamos un café con nuestros amigos de Kiwo y nos hicieron estas fotos tan bonitas que os enseñamos hoy.
Antes de nada, tengo que decir que esta decisión fue complicada porque llevamos muchas bodas a nuestras espaldas, hemos trabajado con muchas empresas que para nosotras, lo hacen muy bien y muchos proveedores han dejado de ser simplemente eso, proveedores, para convertirse en compis de trabajo a los que tenemos un cariño súper especial. Dicho esto, para mí era muy importante reunir dos cosas: que su estilo fuera como el mío, es decir, aunque yo tenga muy claro lo que quiero y lo que no, que lo que veo siempre en sus trabajos me guste y respire como yo respiro. En mi caso, por lo dicho anteriormente, necesitaba a alguien de muchísima confianza y a quien poder “molestar” lo necesario hasta dar con mi decoración ideal. Digo molestar, porque soy muy consciente (desde ambos lados de la barrera) de lo que para una novia significa esta elección y sé que a veces podemos dar muchas vueltas hasta decidir lo que queremos, por ello, necesitaba a alguien que estuviera dispuesta a estrujarse el coco conmigo para dar con ello. Esto no significa elaborar 20 presupuestos, pero sí poder partir de un par de ideas y moldearlas. He de decir que acertamos a la primera, coincidimos a la primera y todo fue rodado desde el principio.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de elegir las flores de tu boda es la fecha en la que te casas, la ciudad, la temperatura y si es de día o de noche. No todas las estaciones tienen todas las flores. Siempre pueden conseguírtelas trayéndolas de Holanda pero eso encarecerá mucho el presupuesto y, en ocasiones, el hecho de que no crezcan es un tema de clima. Por ejemplo, poner hortensias en julio en Badajoz es un error, aunque puedas y quieras pagar traerlas de donde sea, se van a morir. Así que la primera recomendación es que veas los históricos de temperatura en la fecha y ciudad en la que te casas, si es de noche juegas con un poco de margen pero no creas que mucho ya que el montaje dura varias horas y estarán a pleno sol, si lo haces en un sitio cerrado donde el aire acondicionado puede ayudarte… Sea como sea, lo mejor es encontrar las flores adecuadas que te gusten y peguen con el momento en el que te casas. ¡Estamos seguras de que tu florista tendrá opciones para darte y ofrecerte!
Una vez tienes las distintas posibilidades viables debido a esas limitaciones o ventajas por la época en la que te casas, hay que elaborar un presupuesto desglosado por cada uno de los elementos que hay que decorar: desde la Iglesia hasta la pista de baile. Siempre recomendamos dos cosas:
–Dar a la florista un presupuesto aproximado: es cierto que cuando te encuentras ante esta situación no sueles saber cuánto valen estas cosas pero sí que puedes, más o menos, tener una idea de cuanto cuánto y quieres gastarte en ello. Esto ayudará muchísimo a las floristerías para poder elaborar un presupuesto adaptado.
-Aportar mucha información: distintas imágenes en las que se vean los colores y formas que os gustan es algo clave. No se trata de hacer algo exactamente igual a una foto sino que la idea que te gusta esté representada.
En mi caso, tenía claro desde el minuto 1 los colores que quería y, aunque no los hemos visto en persona, cuando estuvimos allí sí que pudimos trabajar sobre la idea y Chiti se quedó con ella perfectamente.
También tenía claro cuánto presupuesto quería destinar a la Iglesia y cuánto a los centros de mesa, y algo muy importante, sabía más o menos el número de mesas que tendría y el tamaño de las mismas. No es lo mismo un presupuesto de 20 mesas que de 35, algo que te podrá influir mucho a la hora de valorar si te encaja lo que te ofrecen o no.
Me lleve unos recortes para la idea del ramo, el mantel para asegurarnos que las tonalidades no chocaban, las ideas de decoración que, a priori, tenemos en mente y mi perfume for her porque me gustan las flores con ese mismo olor (en alguna boda nos hemos encontrado con flores preciosas, pero que no huelen especialmente bien y creednos, se nota, y lo notan) y porque al ser de noche, habrá velas, y muchas, por lo que la combinación de olores es para mí super importante.
Unos días antes habíamos visitado la finca con ella, habíamos medido, valorado las distintas zonas para hacer cada cosa y, con ello, todas las opciones sobre la mesa para presupuestar como decíamos antes, cada una y luego decidir cuáles si y cuáles no.
Pues esto es todo por hoy, esperamos no haberos puesto la cabeza como un bombo sino todo lo contrario, ayudaros a despejar dudas y a poner todo sobre la mesa que es como realmente se toman bien las decisiones.
Fotografías @Kiwo_estudio