De Ana el día de su boda nos enamoraron tres cosas especialmente, su pantalón, su tiara y su pay pay. Es de esas novias que nos gustan de los pies de la cabeza desde el minuto uno, nos gusta ella, nos gustan sus hermanas, nos gusta su madre, nos gusta su suegra… nos parecía muy egoísta no compartir estas maravillosas fotos de Molina y Royo con vosotros
Se casó en Octubre del año pasado en Sevilla en la Iglesia de Santa María la Blanca y lo celebraron en Hacienda Molinillos.
El traje de novia se lo regaló su abuela se lo diseñó Marcela Manserga. «Era una de las diseñadoras que más me gustaba y además encajaba con mi estilo al cien por cien. Fue ella quien me propuso entre varios bocetos la idea del pantalón y me encantó. Tras darle varias vueltas salió el mono y el chaleco con cola con una apertura trasera que dividía la cola en dos. El tejido era georgette de seda y tanto las mangas como el bajo del pantalón iban trabajados al igual que la parte delantera y trasera del chaleco»
Además de un vestido maravilloso, Ana le dio mucha importancia a los complementos de su look y eligió unas joyas perfectas para el estilo que Marcela le propuso. En la cabeza llevó una tiara que le hicieron en Portugal: «el agua marina lo teníamos en casa sin montar y fue mi madre la que me dio la idea de que me montara algo con él. Inspirándome en una tiara de René Lalique encontré, en la misma joyería donde posteriormente me montaron la tiara, dos broches de moscas realizados en oro amarillo y plata con circonitas y perlas barrocas que me parecieron ideales así que los compré y decidí montarlos con el agua marina» Además llevó unos pendientes de los años 20 compuestos por tres brillantes de talla antigua que le prestó su madrina Ana. El anillo de pedida era de Romu y estaba compuesto por un zafiro central y brillantes y diamantes talla baguette. También llevó la pulsera de pedida de su bisabuela, era de estilo art decó y estaba realizada en platino con brillantes y diamantes. Los zapatos se los regalaron sus amigas y eran de Intropia. De la peluquería y el maquillaje se encargó Luis Ramos.
De las flores se encargó Verde Oliva y el ramo estaba compuesto de anémonas, rosas blancas, eucalipto, ballas blancas, astrantia y myrtho.
Sus hermanas, espectaculares las dos, eligieron también pantalón para el gran día. Su hermana melliza, Bea llevaba un traje de Antonio García con un broche de su propia marca de complementos, Bolfate y su hermana pequeña, un traje azul Klein de Angel Schlesser.
El novio, impecable, llevaba chaqué y camisa de Dappers y zapatos de Crownhill y la madrina de Cortana con tocado de Tolentino.
Los pajes iban ideales vestidos del Atelier La Nonna.
Su madre, de lo más espectacular que hemos visto hasta la fecha, iba también de Marcela Mansergas. La elección del vestido, el color, los zapatos, las joyas… ¡un 10 absoluto!
El catering lo servió Alda & Terry. Los meseros, al igual que el seatting los dibujó su madre: «cada mesa tenía el nombre de una flor o planta del libro de poesía de mi abuelo Miguel, «Las flores de Paracelso», y por la parte de detrás estaba impreso el poema correspondiente. La nuestra era El Jardín.»
Con respecto a la música, durante el aperitivo tocó All Lickin Down, luego pinchó Juan Rojas y durante las copas tocaron The Flamen King. Sin duda fue un fiestón, solo tenéis que ver sus caras.
Todas las fotos son de Molina y Royo.