Hace un par de fines de semana la mitad de Petite Mafalda se fue a Barcelona a desconectar con su guapo un par de días. Era la segunda vez que iban, la primera fue hace casi 6 años en el primer viaje de novietes.
Decidimos el viaje sin ningún objetivo concreto y disfrutamos esos días de la misma manera, dejándonos llevar. Nada de turisteo, de visitas culturales o fotos obligadas. Nos apetecía disfrutar Barcelona como si simplemente fuéramos de allí y tuviéramos unos días para ir a nuestros restaurantes favoritos. Básicamente en eso se convirtió el viaje, en una visita a la Barcelona gastronómica.

El viernes comimos en Luzia. Uno de los restaurantes del grupo Tragaluz con su correspondiente decoración perfecta para «foto instagram». Las pizzas muy finitas estaban buenísimas y la berenjena frita también.

Para cenar va a sonar un poco mal pero nos quedamos en el hotel. Habíamos cogido el avión el viernes a las 7 de la mañana y nos pasamos todo el día paseando por Gracia, Las Ramblas y La Boquería donde por cierto, hay que tomarse un zumo natural, o dos. Todos a un euro en el centro de Barcelona. Desde aquí hacemos un llamamiento al presidente de la Comunidad de Madrid, queremos zumos a un euro.
El sabado nos fuimos a pasear por la plaza de España, tomar un heladito y entrar en el centro comercial que han hecho en la antigua plaza de toros. La verdad que nos decepciono un poco ya que pensamos que al entrar iban a haber respetado un poco la estructura, que iba a respirar un poco a lo que fue y nos dió pena porque es de las plazas más bonitas que hay. Nos tomamos una cocacola en la terraza de arriba y rapidamente a seguir con nuestra ruta gastronómica, esta vez en Pepa Tomate.
Pepa Tomate nos sorprendió muy gratamente. Comimos la ensaladilla, el plato de la semana que era la chancla y venia siendo una autentica zapatilla de playa llena de pescaditos diferentes, y algo que nos encantó, unos buñuelos de espinacas, queso, trufa y miel. Esto era de otro planeta.
Después fué el turno del Borne, y allí pasamos la tarde, viendo tienditas, parando en algún que otro bar a tomar una cerveza y disfrutando de nosotros mismos. Antes de cenar nos tomamos un mojito en Ocaña, un espacio súper moderno y original en una plaza preciosa.
Para cenar repetimos un restaurante del grupo Tragaluz, el Bar Lobo uno de los preferidos de mucha gente a la que conocemos y que también nos rechifló. La única pega es que pedimos varios platos para probar y sacaron en menos de 3 minutos todos juntos. Eso no nos dio una muy buena imagen en cuanto a preparación en el momento, algunos se nos quedaron fríos, y parecía que aún no habíamos cenado y ya teníamos que irnos. Pero esto es tan sencillo como volver y pedir que nos vayan sirviendo poco a poco, porque el sitio realmente merece la pena.
Después nos fuimos a un ático en las Ramblas pero no recuerdo el nombre, hay varios. Allí nos tomamos una copichuelas para rematar un día 10.
El domingo nos levantamos temprano y fuimos a tomar un cupcake y un batido a Cup and Cakes en la calle Enric Granados que por cierto, es súper recomendable y llena de restaurantes bonitos pero no nos quedaban días para probarlos. Dimos un largo paseo de algo más de dos horas para terminar en la playa, dejar que nos diera un poquito el sol y comer en mi nuevo restaurante favorito de Barcelona: Gallito. Situado a pie de playa, con una decoración digna de una isla paradisiaca y una carta de lo más sugerente me robó el corazón. Comimos pasta con bogavante, era el último día y había que tirar la casa por la ventana y no nos arrepentimos en absoluto, una vez más, era de otro planeta.
De Barcelona nos quedamos con su gente, súper amable con nosotros en todo momento, con sus ventanales verde agua, con la luz de sus calles, y por su puesto, con sus restaurantes bonitos. Volveremos.
Y antes de desearos un buen finde, agradecer muy mucho a nuestra amiga Marta, a Silvia y a Alejandra todas las recomendaciones que nos dieron, cumplimos las que pudimos y las que no, para la próxima visita que seguro, será prontito.
P.d. Todas las fotillos son de mi iphone 4 al que le queda un telediario y poco más.
¡A por el finde!