Ayer compartíamos en instagram esta foto de Lily Aldridge con una corona de flores en tonos vino y un vestido de encaje negro. No sabemos a que evento asistió así, pero nos vino a la cabeza uno de los temas sobre los que más preguntas vía mail recibimos últimamente. El negro.
El negro es un básico, que como bien dice Andrea hay que saber llevar. Nos encanta recurrir a el cuando no sabemos que ponernos pero a la vez, curiosamente, o al menos eso nos pasa a nosotros es uno de los colores con los que más cómodas nos sentimos. Más allá de si hace más delgada o estilosa, es un color agradecido en todos los sentidos. Disimula las prendas que no te gustan tanto y engrandece esas más especiales. El negro es así.
En las bodas la cosa cambia. Que nadie nos mate si decimos que no somos contrarias al negro. Hace poco acudí a una boda de negro por la noche, y es que como bien decía alguien hace poco en un comentario de un perfil de instagram, tampoco hay que ser mas papista que el papa.
A una boda no vas de blanco porque es el color reservado para la novia,y porque tu misma te sentirías incomoda si te pasara, pero el color negro es primo hermano del azul marino, y de este nadie dice nada.
Somos de las que piensan que las reglas y los protocolos como todo, tienen un límite. Si tienes un vestido negro que te encaja a la perfección, o has encontrado, después de dar miles de cientos de vueltas, El VESTIDO, no lo dudes, es nuestra recomendación.
Porque vemos tocados por la noche y el protocolo dice que son para el día, porque las faldas largas si las puedes llevar a una boda de mañana pero el vestido largo no… Una vez más, lo importante es ir discreta y elegante, para nosotras, las claves de cualquier conjunto bodil.
Por cierto, Lily se caso con un vestido de Vera Wang que para nuestro gusto, no era un Guau, sin embargo en esta foto de Vogue París esta de 10.
Y si somos tan poco de negro que queremos llevar todos los colores habidos y por haber, este vestido con unos cuantos dedos más de largo nos parece de 10.
