Eso de que el mundo es un pañuelo es una verdad como un templo. La semana pasada hablamos con Paz Guillén, nuestro último descubrimiento en fotografía de bodas, para que nos mandase fotos de alguna boda bonita para compartirla con vosotras y nos mandó una boda preciosa que casualmente era de una amiga de una de nuestras mejores amigas, cada vez tenemos más claro que la teoría de los 6 grados ¡funciona!
Dicho esto, entramos en materia bodil que es lo que nos interesa.
La boda de Mila e Ismael se celebró en el Puerto de Santa María, en las bodegas de Osborne, si tuviésemos que elegir una sola cosa de esta boda, nos quedamos con la novia. Mila trabaja en el sector de la moda (aunque sea infantil) y solo una persona que se dedica a trabajar con telas, diseños… es capaz de comprarse un vestido en un anticuario y encontrar una modista que se lo transforme en el vestido de sus sueños.
Por primera vez podemos decir que ¡nos gusta un vestido de novia con volantes! Un corte ideal combinado con un encaje muy delicado que remató con un cinturón y un tocado perfecto que encontró en Something Old, completaban su look y le daban un toque de color muy acorde con la luz de su gran día que Paz ha captado a la perfección en las fotos.
De las flores para la decoración y de su ramo se encargó Cotton Candy.
Nuestra amiga infiltrada nos ha contado que fue una boda divertidísima y Paz Guillén ha sabido captar con sus fotos todos esos momentos para la posteridad.
Me ha encantado el reportaje
Preciosisimo
Vivan los novios
La novia es absolutamente preciosa y el vestido una joya. No suelo ser muy fan de los cinturones en novia pero el de ella le queda finísimo, con el lazo cayendo por detrás encima de los volantes de encaje, ¡es una pasada! Y el momento sin mangas también ideal.
Besos desde http://www.strending.com
Toda la razón, el primer vestido de volantes tan bonito, gana mucho al no jugar con volumen y terminar pareciendo un pastel, muy elegante y los detalles lo hacen único. La novia debe tener mucha visión y saber lo que quería para lanzarse con un vestido 100% vintage, lo cierto es que iba guapísima.
Me encanta también el escote, muy femenino y nada fuera de lugar para un vestido de novia .