Existe la fórmula mágica

Cuando organizas bodas te encuentras todo tipo de novias: están las que ya se han leído todos los blogs y todas las revistas y ya vienen con el trabajo hecho y luego están las que no saben por donde les viene el aire y lo máximo que saben de bodas y de vestidos de novias es lo que ven en el Hola! que se lee en la peluquería. Al segundo tipo de novia intentamos no influirles y le mandamos una lista enorme de diseñadores de todos los estilos, de fotógrafos, de fincas, de floristerías… pero casualmente hay combinaciones magistrales que se suelen repetir muy a menudo en nuestras bodas y en muchas bodas que no tienen nada que ver con nosotras como la boda de Paula y Moncho. Este es uno de esos casos en los que la suma de elementos perfectos solo puede ser igual a la idealidad máxima: Helena Mareque+Elena Suarez+Noire Blanche.

Paula y Moncho se casaron en Galicia en el Pazo de Xaz, una construcción maravillosa del siglo XVII rodeada de unos jardines de película. El problemilla de Coruña suele ser el miedo a la lluvia pero en esta boda pudieron disfrutar de los jardines porque el tiempo les respetó hasta el último momento.

El vestido de Paula era de Helena Mareque y una vez más Helena se superó a sí misma. Por delante la novia llevaba una abotonadura desde el cuello hasta los pies ceñido en la cintura con más botones y una espalda bastante baja rematada con un volante de tul bordado igual que las mangas. Un vestido elegante, sencillo pero con ese toque que solo Helena sabe dar.

De las flores se encargó otra Elena, Elena Suarez. El ramo estaba hecho de flores silvestres, flore de cera, astrantia, olivo… Y los centros de mesa iban acorde al ramo y al resto de decoración. Además había dos bodegones de flores y frutas que fueron los protagonistas de la decoración de la carpa.

De la papelería se encargaron los chicos de Weddink

Y por último, el espectacular trabajo de fotografía que hicieron los chicos de Noire et Blanche. Personalmente nos encanta su trabajo, la luz que tienen todas sus fotos transmite algo especial, saben captar cada momento de forma natural y espontanea. Además del trato exquisito que dan a cada una de sus novias. Si estáis a las puertas del altar, os recomendamos que echéis un vistazo a su blog y veáis las fotos tan bonitas que hacen.