A Chitina la conocemos desde hace por lo menos 6 años. Ella estaba empezando en el mundo de las flores trabajando desde el garaje de la casa de sus padres en Alicante. A través de una amiga le escribimos porque necesitábamos un par de ramitos urgentes para hacer las primeras fotos del diario de la novia…. Su negocio fue creciendo, ella nunca dejó de esforzarse y trabajar y poco a poco, fue llegando al sitio donde queria estar, al sitio donde está ahora.
Con ella trabajamos en distintos presupuestos, hubo bodas que salieron, otras que no… y quién me iba a decir a mí que sería quien llenaría mi boda de rosas. Pero la vida es lo que tiene, que las personas aparecen cuando menos te lo esperas, donde menos te lo esperas, y a veces, no se van nunca. Desde entonces nos encanta coincidir, y a Carlos, que espero no me mate por nombrarle, le tenemos también un cariño muy pero muy especial, por lo que ver las fotos de su boda disfrutando ese día, es como ver a unos amigos siendo felices, y eso agranda la patata de cualquiera.
El vestido de Chiti cuenta una historia, se ve en la primera foto, sabes que es especial. Esta confeccionado a partir de un traje de bautismo de su bisabuela, ella contactó con una modista, le hizo un pequeño dibujo y clavó la idea a la perfección.
Era un vestido de crepe liso al que se le cosieron los faldones del traje de bautizar por piezas (arriba y abajo), el cuello y las mangas. El vestido llevaba una capa hecha con la capa del traje de bautizar, a la que añadimos un tul de seda que hacía un poco de cola. Esa capa me la quité después de cenar. Era justo lo que quería, la modista me pilló enseguida y no ponía problemas a nada de lo que yo decía
El vestido lo acompañó con unas sandalias de terciopelo de Intropia, y como joyas, su anillo de pedida y unos aritos de brillantes que le prestó su hermana. Además, las alianzas fueron algo muy especial para ella porque se las diseño su amigo Juan Cifo. Sencillas y muy finas. Le fue enviando videos de todo el proceso y es algo que Chiti recuerda con especial cariño.
En cuanto al ramo, se decidió esa misma mañana. Hojas de roble, ranúnculos blancos, escabiosa color malva y blanco y un toque de illex negro.
cogí de una jardinera en casa de mis padres un geranio blanco que estaba precioso y lo añadí al ramo. «No me pegaba nada, pero me recuerdan a mi abuela Chitina y me hacía mucha ilusión. Me duró una hora porque se iba deshojando, pero me gustó mucho llevarlo. Cerré en ramo con un lazo de terciopelo»
Le maquillo y peino Leo membrillo, y estareis de acuerdo con nosotras que es el moño informal mas formal que hemos visto jamás. Si conocéis a Chiti sabéis que ella siempre lleva eso, pero algo más despeinado. Quedaba perfecto con el cuello del vestido y viéndose un moño super posible estaba perfectamente estudiado.
Se casaron en la iglesia de su colegio, que como ella dice, no es la mas bonita pero si la más especial. Dos días antes fue al vivero con el que suele trabajar y selecciono los arboles que quería poner. Para ella, como para nosotras, la iglesia es una de las partes más importantes, de hecho, es el momento más importante de ese día, y muchas veces no se le da el valor que tiene.
Seleccionamos eugenias para el pasillo, y para la zona del altar prunus, granados, y distintos arbustos
Luego se trasladaron a la finca Ronesa, en Tibi, al ser una boda de invierno querían un espacio cerrado bonito y aquí lo encontraron. Para dejarla aún más bonita, la decoración fue 100% otoñal con verdes, algo de malva y en algunas zonas, un toque de rosa inglesa. Para las mesas, que eran todas estilo italiano, combinaron manteles grises y beige. En los centros de mesa, árboles secos con luces y centros alargados combinados con musgo y velas en jarrones de cristal y en candelabros de hierro.
Tenía claro que quería centros altos, y los árboles secos me encantan así que combinado con flores y velas era justo lo que me imaginaba para darle un toque un poco otoñal pero sin prescindir de flores esta vez. Utilizamos hortensias, escabiosas, rosas color malva, brunia gris, ramificada boombastic, senecio, proteas, safari y añadí semillas de algarrobo. Era un poco de mezcla pero a mi me gusta mezclar
Del catering se encargo Murri, para nosotras, de los mejores. Este año tenemos dos bodas con el y sabemos que es acierto seguro.
Las copas empezaron directamente con un concierto del grupo de Carlos, (Puerto Príncipe). Eso era lo que querían, un concierto y una gran fiesta. Fue genial porque el padre de Carlos también canta, y subió a cantar. La hermana de Carlos también canta y subió al escenario a cantar, el marido de la hermana de Chiti, Charlie también tenía un grupo y cantó y su hermano Juanra (cantante de Guaraná) también subió a cantarnos “noche en vela” y fue un momento súper bonito.
Para finalizar, os dejamos directamente con su reflexión en cuanto a los detalles y el sentido de todo:
No entregué mi ramo, no regalé nada a mi madre ni a mi suegra y no puse nada de regalitos. Carlos y yo no bailamos, no va mucho con nosotros y no queríamos hacer nada que nos incomodara. La verdad es que hicimos exactamente la boda que queríamos, que creo que al final es lo más importante.
Todas las fotos son de The Cosmic Weddings y el video, aunque no está publicado, os contamos que lo hizo Kiwo que como siempre os decimos, para nosotras es una apuesta segura.
Este año tenemos 4 bodas con ella, y sabemos que saldrán más que bien, porque el cariño y las ganas no le faltan jamás y con eso, se hace magia.
Gracias Chiti por compartir este día con Petite, chin chin para vosotros, y que nosotras lo veamos siempre