Lo mejor de seguir de cerca proyectos que te gustan es que a veces, tienes la oportunidad de formar, un poquitito, parte de ellos.
Cenas adivina nos llamo la atención desde que empezó, porque nos encanta conocer gente, reunirte en un lugar desconocido y hablar de cualquier cosa. Nos parece un planazo en todos los sentidos.
Cenas Adivina va de eso. Silvia busca y persigue en modo rastreator a personas cuya experiencia personal o profesional puede ser enriquecedora, divertida, emotiva o especial para la gente y les propone organizar una cena en la que puedan contar todo ello a un grupito muy muy muy reducido de gente.
Aun no hemos ido a ninguna de sus cenas aunque estamos apuntadas a un par de este año pero desde luego, estamos con los dientes largos porque cada viernes que celebra una solo leemos lo que la gente se emociono, lo que le duele la cara de reírse, lo corto que se le hizo… Y cuando todo el mundo, con lo diferentes que somos unos de otros, tiene una opinión tan parecida, se convierte en algo sólido e indiscutible.
Pues bien, Silvia nos llamó para ver si queríamos participar en una de sus cenas. No para hablar de emprender como tal, ya que para eso ha tenido a auténticos cracks entre sus cenas, sino para personalizar muy mucho nuestra experiencia, como nos conocimos, porque nos lanzamos, en que momento, lo fácil y difícil de trabajar día a día con alguien que ademas de socia es amiga y familia ( ya os contamos un día brevemente qué somos y en la cena lo explicaremos mucho más).
Emprender en compañía tiene muchas partes positivas pero también necesita de mucho respeto,generosidad, admiración mutua, compromiso y transparencia. Con una misma, con su socia y con todas las personas que estando detrás de la pantallita hacen que esto avance y valga la pena.
Nos ha tocado el 11 de noviembre, vamos, ya mismito. Solo hay 15 plazas, no sabemos si ya alguna reserva… pero sea como sea, estamos felices de poder compartir todo eso con quién le apetezca oírlo. Prometemos sinceridad, sensibilidad y una alta dosis de realidad (positiva) de lo que conlleva tener un sueño hecho realidad.
Podéis apuntaros en este enlace, buscando nuestra cena y de paso, echar un ojo a otras que hay por ahí igual de tentadoras o más.