A lo largo de los distintos posts y a través de las redes sociales hemos ido hablando de los proveedores que formaron parte de mi boda. Cuando alguna novia me pregunta si los elegí por qué los elegí, la respuesta es sencilla: los elegí porque para mí eran los adecuados por varias razones, por mi estilo, por mi forma de ser, por el tipo de boda que quería tener y por supuestísimo, por la relación personal que tenía con todos ellos, algo que al dedicarme a esto, era lógico que utilizara a mi favor.
Hay ciertos elementos imprescindibles en cualquier boda: espacio, catering, música, flores, foto y video. De los dos últimos ya hemos hablado, y de los primeros os voy a contar ahora mis elecciones y el por qué.
El lugar elegido fue la finca las Margas por varios motivos. En primer lugar porque estaba cerca de Madrid y de casi todos los puntos desde los que venían nuestros invitados de esta forma, les haría más cómodo el viaje.
Por otro lado, en Las Margas no habíamos trabajado demasiado, a diferencia de otras fincas que tenemos muy trilladas y aunque me encantan, las relaciono directamente con “trabajo”, las Margas, sin embargo, seguía manteniendo para mí, ese toque novedoso que le apetece a cualquier novia.
En las Margas, todos los espacios y planes alternativos nos encantaban estéticamente, están decorados tal cual yo decoraría mi casa,
Además, tiene muchas habitaciones que para nosotros, era muy importante (todas ellas decoradas tal y como yo decoraría las mías) y por último, ellos…Napoleón y Blanca, son como de la familia desde el día que les conoces así que sin duda, era una opción genial para nosotros.
Si hablo del catering necesito un libro entero… Rafa me aguantó y me soportó incluso antes de contarle que me casaba. Teníamos claro que la finca elegida tenía que tener como opción entre los caterings a Quilicuá, porque eran ellos o ellos. No había más opciones en nuestra cabeza. Se adaptan a tus necesidades, crean lo que necesites y sobre todo, viven con una ilusión extrema cada boda. Nosotros pusimos una bañera llena de vino rosado, porque nos encanta, un corner de pisco cubano que me recomendó Rafa y fue una pasada, una mesa de quesos porque son expertos en ellas, un puesto de gazpachos y una mesa de sushi. Además, 10 referencias en bandeja entre las que estaba una que hicieron especialmente para mí: Mini sandwich mixto trufado. ¡Los que me conocen, lo entienden! El menú fue arriesgado pero sencillo: Huevo poche con crema de patata trufada setas y espárragos y cochinillo, terminando con su riquísima tarta árabe (me encanta porque la sirven en raciones individuales, son mini tartitas, y aunque parezca una bobada, estéticamente luce muchísimo más) En definitiva, hay cosas que van a marcar cualquier boda y una de ellas es, sin duda, el catering y el servicio que den a los invitados. Yo solo veía a camareros sonriendo, entregados, sufriendo con nosotros por la posible lluvia y siendo capaces de dar una cena de 3 platos en 57 minutos (porque la nube llegaba exactamente en ese tiempo) sin dar la sensación de que te hacían cenar atragantado y eso es algo que para mí, no tiene precio.
La música era otro de los puntos clave, sin lugar a duda. Desde el primer momento sabía mi amigo Mickey era imprescindible en mi boda por eso, porque es mi amigo, porque hemos compartido con él y con su equipo decenas de bodas y porque sabía que si por algún casual la fiesta no era lo esperado (porque nunca sabemos como va a estar la gente ese día) él se iba a encargar de levantarla. Acabó de madrugada con nosotros, bebiendo cerveza y escuchando a Cosita Wena y de verdad, este es uno de los momentos de mi boda que jamás olvidare. De Cosita Wena os hemos hablado mucho también y lo que diga, es poco. Jamás pensé que un coctel de boda podría ser tan divertido y conseguirlo en la tuya propia es un lujo para todos los sentidos. Acompañando a Mickey estuvo Pablo Prieto, que lo da todo con su violín y es algo que nunca, nunca está de mas para una buena fiesta.
Además de los imprescindibles en cualquier boda como los que acabo de contar, en la mía hubo algunos “extras” que me apetecía mucho que formaran parte de nuestro día. Esos extras dependen de tus gustos, de tus preferencias y por supuesto del presupuesto que queráis destinar a ello.
Contamos con Risbox y su preciosisisismo fotomatón (para mi el más bonito) que me hicieron un álbum personalizado con la papelería de la boda que me dan ganas de enmarcar. Nosotros elegimos la cabina vintage, con la opción de las fotos con imán. La pera limonera. Y además cada nada van ampliando todo lo que les rodea, mirad ahora lo que pueden montar como fondo. El sofá, el marco y el neón, todo suyo.
No puse Candy bar, repartimos chuches por las barras, pero lo que si que hice fue una mesa de 15 tartas tradicionales, para lo que contamos con Georgias Cakes, que la verdad quedaron súper vistosas y estaban riquísimas.
Quise hacer un guiño a Narciso Rodriguez, el perfume de mi boda que además como os conté en el primer post regalé, y la puse en los baños tanto de mujeres como de hombres, hasta el color del frasco me parecía perfecto con todo lo demás… Con el lazo de mi ramo, con mi corona… A eso nos referimos cuando decimos que todo este relacionado, que haya un color que guíe… Es más fácil de lo que parece, solo hay que encontrar el punto perfecto.
Si me pongo a pensar, hay un millón de cosas que estaban ahí trabajando y dando su mejor versión para que todo saliera bien. Esta es la verdadera magia de este trabajo, y lo que hace que quieras que todo salga tal y como estaba planeado, o ¡mejor!
Las fotos son de Lorena San José